Ojo Turco: Es un amuleto de la cultura Turca que está destinado a proteger contra el mal de ojo. En su presentación azul, ofrece la protección contra el mal de ojo habitual, pero además se le vincula con el cielo. Simboliza la verdad.
Labradorita: Es una piedra de alta vibración espiritual y protectora. Suele disipar miedos e inseguridades. Fortalece la fe en nosotros mismos, calma la mente hiperactiva y activa la imaginación. A nivel físico, se dice que ayuda con la artritis, reumatismo o resfriados. Además, alivia el estrés y equilibra las hormonas.
Citrino: Representante del rayo dorado del sol. Favorece los ingresos monetarios y el éxito en los negocios. Se le asocia a la prosperidad en el trabajo, claridad de pensamiento, ideas brillantes y energías positivas. Ayuda a sintonizar con maestros de luz y sus enseñanzas. Es símbolo de sabiduría, confianza y armonía
Piedra Luna: La piedra de los nuevos comienzos. Alivia el estrés emocional y favorece un buen funcionamiento de los órganos reproductores femeninos. Además, es muy buena para las personas inquietas y se le asocia a todo tipo de amor.
Calcita: Abre la percepción y la intuición, facilitando la apertura de la conciencia y de las capacidades psíquicas. Relaja la mente y favorece la confianza en uno mismo.
Pirita: Asociada A Activar Las Energías Que Nos Encausan Hacia Un Pensamiento De Prosperidad. Su Energía Positiva Trabaja La Mentalidad De Escasez, Ayudando A Pensar Fuera Del Standard Y Así Buscar Mejores Oportunidades. Es Ideal Para Ser Usada En El Trabajo, Estudios O Diversos Proyectos.
Cornalina: La bautizamos como "La piedra de las Citas" debido a que equilibra nuestras emociones y aumenta la autoconfianza, permitiendo que proyectemos una gran seguridad hacia los demás y nos empoderemos en todos los aspectos de nuestras vidas. Además, atrae energías de alegría y optimismo, para que seamos más positivos y nos animemos a salir de nuestra zona de confort con más frecuencia.
Amatista: Conocido como el cristal de la espiritualidad. Ayuda al equilibrio emocional y abre los canales que conducen a la sabiduría. Es un transmutador de emociones, pues transforma las energías negativas de distintas situaciones o actitudes. Además, favorece la conexión mente-pensamiento.
Amatista: Conocido como el cristal de la espiritualidad. Ayuda al equilibrio emocional y abre los canales que conducen a la sabiduría. Es un transmutador de emociones, pues transforma las energías negativas de distintas situaciones o actitudes. Además, favorece la conexión mente-pensamiento.
Amatista: Conocido como el cristal de la espiritualidad. Ayuda al equilibrio emocional y abre los canales que conducen a la sabiduría.
Cuarzo Rosa: Trabaja sobre las energías asociadas al amor incondicional hacia otros seres y sobre todo hacia nosotros mismos. Además, atrae sensaciones de paz y ayuda a conciliar el sueño.
Cuarzo Cristal: Es un poderoso protector y limpiador de energía. Ayuda en la claridad de objetivos e intenciones, favoreciendo la toma de decisiones.
Howlita: Aporta relajación, ayuda a calmar la mente, a conciliar el sueño y favorece la meditación. Fomenta la paciencia y la buena comunicación. Fortalece los rasgos positivos del carácter.
Cuarzo Rosa: Trabaja sobre las energías asociadas al amor incondicional hacia otros seres y sobretodo hacia nosotros mismos. Además, atrae sensaciones de paz y ayuda a conciliar el sueño.
Cuarzo Verde: Transmite sensación de bienestar, atrae la salud a tu vida. Equilibra las energías masculinas y femeninas que rigen en el interior. Brinda serenidad y paciencia.
Ágata rosa: Piedra semipreciosa conocida por su belleza y propiedades curativas, promoviendo el amor propio, la autoestima y la armonía emocional. Se cree que su energía suave y calmante puede ayudar a aliviar el estrés, fomentar la compasión y fortalecer las relaciones personales.
Labradorita: Es una piedra de alta vibración espiritual y protectora. Suele disipar miedos e inseguridades. Fortalece la fe en nosotros mismos, calma la mente hiperactiva y activa la imaginación. A nivel físico, se dice que ayuda con la artritis, reumatismo o resfriados. Además, alivia el estrés y equilibra las hormonas.